La motivación es la fuerza que nos mueve a hacer algo, que nos lanza como un resorte a conseguir nuestra objetivo, en nuestro caso: adelgazar de manera saludable. Para que nuestro propósito llegue a materializarse, ha de ser totalmente apetecible.
Para entender cómo funciona la motivación, hay que comprender que nuestro cerebro actúa de la siguiente manera: duplicando las sensaciones de placer y evitando al máximo las de dolor. Por ejemplo, todos sabemos que para conseguir bajar de peso, tenemos que mejorar nuestros hábitos alimenticios y realizar ejercicio. Bien, pues para poder ir incorporando estos comportamientos hasta convertirlos en hábitos beneficiosos, éstos deben ser placenteros y atractivos para nosotros, y para ello deberemos buscar recetas que nos apetezcan y escoger un ejercicio que nos guste y divierta.
A continuación detallo los 9 pasos que nos conducirán irremediablemente a conseguir un cuerpo saludable, vital y con un peso equilibrado:
- Márcate un objetivo realista, específico y muy , muy, muy deseable.
- Fragméntalo en objetivos parciales, y recompénsate con cada pequeña victoria, con premios no comestibles (un baño con sales, ir al cine, un relajante masaje…)
- Prioridad. Debes asociar un fuerte deseo de realizar los cambios ahora, haciendo de ellos algo prioritario en tu vida, si no pasaran a un segundo, tercer o cuarto plano en tu vida y no conseguirás tu propósito.
- Dedica unos minutos al día a imaginarte de manera vívida y placentera, como si ya disfrutaras de tu peso adecuado con un cuerpo armonioso. De esta manera, le indicas a tu mente hacia dónde quieres dirigir tus esfuerzos.
- Imagínate qué pasará en un futuro si no te comprometes a adoptar paso a paso los hábitos saludables para conseguir un peso adecuado, y al contrario, sigues comiendo de manera inadecuada sin poner remedio a tu situación de sobrepeso, y responde: ¿Cuáles serán las consecuencias a nivel de salud? ¿Y en tus relaciones? ¿Qué hábitos alimenticios les dejas a tus hijos? ¿Cómo te sientes?. Este ejercicio no es para que te recrees en el dolor que te puede producir, si no para evitar el dolor, y de esta manera aumentar nuestra motivación.
- Consigue un amigo o amiga y propongase adelgazar juntos. Tener un compañero, les ayudará a motivarse mutuamente y a persistir en el proceso.
- Comprante ropa una talla más pequeña. Llévala puesta, o ¡intenta ponértela!, visualizate con ella puesta.
- Persiste, persiste, persiste… Puede que a veces nos asalte la idea de tirar la toalla. Hay varios estudios que explican que durante el proceso de adoptar un nuevo comportamiento, al principio tenemos una actitud entusiasta, luego suele asaltarnos la duda, nos preguntamos: ¿esto realmente funcionará?, en un tercer paso, vamos avanzando pero aún desconfiamos, y en el último paso vemos que con la práctica estamos obteniendo la destreza, estamos obteniendo la integración de un hábito beneficioso en nuestra vida. Para evitar recaídas, es importante tomar conciencia de en qué paso te hallas y hacia cuál te diriges.
Al entender cómo funciona la motivación, vemos que el problema de adelgazar no es sólo físico, si no que el saber dirigir nuestra mente y nuestras emociones puede hacernos alcanzar nuestro objetivo de manera más fácil, más rápida, y además obtener resultados duraderos.
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